Las plantasparecen ser sometido a una ráfaga corta e intensa de calor que ablanda los tallos y los hacen caer por encima del suelo a 90 º, donde permanecen en su posición nueva sin daños.
Pruebas de investigación y de laboratorio sugieren que los infrasonidos (sonidos por debajo de 20 Hz) son capaz de producir tal efecto: infrasonidos de alta presión son capaces de hacer hervir los fluídos dentro de los tallos en un nanosegundo, el agua se evapora dejando diminutos orificios nasales en los nodos de las plantas. La presión aplicada también hace que el agua se evapore, y se informa por los agricultores que cuando se topan con un nuevo círculo de la cosecha ven aumento de vapor dentro del diseño. Este proceso crea carbonización superficial a lo largo de los tallos.
La tremenda aplicación de calor local también es responsable de la alteración de la masa del agua local, ya que millones de galones de superficie y sub-superficie del agua se evapora. Con las frecuencias de calor y electromagnéticos aplicados, se ha documentado científicamente que las muestras de suelo tomadas desde dentro de los círculos de los cultivos muestran cambios en su estructura cristalina y composición mineral. Análisis de expertos concluye que dicho proceso requiere temperaturas de 1500º C y la presión del subsuelo se encuentran típicamente en los estratos antiguos. Estas modificaciones son no naturales; fueron encontrados isótopos radioactivos de corta vida en la tierra dentro de los círculos de los cultivos originales (éstos se disipan después de tres o cuatro horas, sin causar efectos secundarios adversos); de hecho, el suelo en y alrededor de ellos parece haber sido cocido al horno.
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