Los verdaderos
geoglifos tienen algunas peculiaridades: altos niveles de energía
electromagnética; no tienen huellas humanas o marcas de máquinas a su
alrededor; no puede ser vistos desde el nivel del suelo; las plantas se doblan
suavemente y dan el efecto de diseño; zanjas en el suelo, la lluvia
no los llena.
El
análisis de los círculos de las cosechas refleja claramente que en su
factura aparecen energías electromagnéticas y efectos derivados de la
absorción de plasma por los tallos, así como otro tipo de eventos
propios de la absorción de electromagnetismo y modificación de la
materia como consecuencia de la energía.
Un
máser es un amplificador de
microondas por la emisión estimulada de
radiación, un amplificador similar al
láser pero que opera en la región de
microondas del
espectro electromagnético y sirve para recibir señales muy débiles. La palabra deriva del
acrónimo en inglés
MASER, por
Microwave Amplification by Stimulated Emission of Radiation.
Su funcionamiento está basado en el fenómeno de emisión estimulada de radiación, enunciado por
Albert Einstein en
1916. En la Universidad de Columbia, Estados Unidos,
Charles Hard Townes propusó en 1951 su existencia y en 1954 construyó el primero.
Cuando una
molécula o un
átomo se hallan en un estado energético adecuado y pasan cerca de una
onda electromagnética, ésta puede inducirles a emitir
energía en forma de otra radiación electromagnética con la misma
longitud de onda
que refuerza la onda de paso y desencadena una cascada de fenómenos que
llevan a aumentar mucho la intensidad del impulso original. En algunas
nubes de
materia interestelar excitada por la radiación de
estrellas cercanas se produce el mismo fenómeno, que conduce a la formación de un intenso haz de radiación con
longitud de onda bien definida.
Los máseres generan un haz concentrado de microondas.
Ahora, un equipo del Imperial College de Londres y el (NPL) en el Reino Unido, ha desarrollado una tecnología que
permite hacer funcionar un máser a temperatura ambiente y sin necesitar
un campo magnético externo. Este logro puede hacer que el costo de
fabricar y manejar máseres se reduzca drásticamente, lo cual podría
hacer a su vez que su uso llegue a estar tan extendido como el de los
láseres.
El equipo de Neil Alford, jefe del Departamento de
Materiales en el Imperial College de Londres, sugiere que los máseres podrían
ser usados en una amplia gama de aplicaciones, que incluyen instrumentos
médicos más sensibles para examinar pacientes, mejores sensores químicos para la
detección de explosivos a distancia, componentes avanzados para computadoras
cuánticas, y mejores dispositivos de radioastronomía para la detección
potencial de vida en otros planetas.
En el trabajo de investigación y desarrollo también participa
Jonathan Breeze del Imperial College de
Londres y Mark Oxborrow, del Laboratorio Físico
Nacional.